Es indudable que Queen es una de las bandas más grandes de la historia del rock. Comparto las admiraciones y exclamaciones. Yo no soy fan y si amante de la su buena música. Con ella me quedo. No me hace falta la película.
Descubrí a Queen en 1980, cuando editaron “The Game”. Por las radios más comerciales, como Radio Barcelona (lo que luego sería los 40 principales), se escucharon como singles “Crazy Little thing called love”, “Play the game” y “Another one bites the dust”. A la vez en el programa de radio El Clan de la una de José María Pallardó se fueron radiando el resto de temas. Recuerdo “Rock it” y “Don´t try suicide”. Así pude hacerme una idea de que Queen era una gran banda de rock con un cantante excepcional y un brutal guitarrista.
Lo que me fascinaba de aquella banda eran aquellos tres singles tan diferentes . El rock clásico lleno de swing de “Crazy Little thing called love”; las voces y la imaginación de la extraña balada “Play the game”; y el sonido funky de “Another ones bites the dust” (un tema que entonces no me parecía tan rompedor para ser single; y que me gustaba menos que los anteriores.) No sabía nombre alguno de sus miembros y menos aún pistas de la personalidad de cada uno.
Por entonces yo no tenía dinero y solo podía comprar cintas de cassettes y grabar las canciones de la radio; cruzando dedos para que el locutor no hablara.
Un año después sucedieron dos cosas. Por un lado, Queen publicó su recopilatorio “Greatest Hits” y un amigo me lo grabó; allí estaban mis tres temas favoritos y el recientísimo “Under Pressure” (Tema que Jose María Pallardó hizo sonar en su programa como novedad y con la sorpresa de que la voz extra era de David Bowie). Por otro lado, un amigo mío se compró el primer disco de Queen (1973) y logré hacer una copia a cassette. Aquel recopilatorio no me enloquecía; unas canciones me gustaban más que otras. Sin embargo aquel disco debut me pareció (y me sigue pareciendo hoy en día) brutal. La información sobre Queen se completó cuando cayó en mis manos la revista Vibraciones del momento donde se hablaba extensamente en sus páginas centrales de la banda.
Tiempo después pude ver videos y conciertos de la banda. Acostumbrado a solo escuchar, la gesticulación y aspavientos de Mercury me hacía dudar si eran o no Queen.
Con el tiempo, compré los discos de Queen y logré un buen equipo de música. Finalmente pude descubrir el pedazo de tema que es “Another one bites the dust” por ese brutal linea de bajo. Sin embargo he de reconocer que entre sus discos hay temas flojos y algún tema muy flojo (como “I want to break free” muy flojo y sin gracia). En mi opinión el disco de Queen más redondo y brutal es el debut. Rock. Rock. Rock y alguna balada edulcorada (muy de la época glam).
Pensé en extenderme sobre lo acaecido sobre la banda tras la muerte de Mercury. Pero sería volver a hablar sobre como el negocio musical exprime otro clásico del rock como este “Bohemian Rhapsody”. (Por cierto ojo con la banda sonora. Cuando Rami Malek mueve sus labios mientras canta un tema de Queen, la voz que se oye proviene de tres cantantes diferentes. No es la voz original de Freddie.) Al final, este Biopic será el vehículo para vender el enésimo recopilatorio de la banda.
Estoy seguro que terminaré viendo la película. Quizá me lo dejen en Bluray o lo acabe comprando en rebajas.
Queen era una banda de músicazos de música sublime y única. Efectivamente me quedo con sus discos.
Y puestos a exprimir el legado ¿Por qué no se ha editado el concierto de Queen en Hyde Park en 1976? Este fue el momento en que la banda pasó a ser grande de verdad…